Vie. Abr 19th, 2024

Por Ángel Ozuna

Sindicato: organismo para esquilmar a los trabajadores. Olvídese de la definición de la Real Academia de la Lengua Española.

¿Cómo fue que en México se dio el sindicalismo? Podría decirse que los sindicatos mexicanos empezaron a vislumbrarse debido a las condiciones tan deprimentes y precarias que tenían los trabajadores de la segunda mitad del siglo XIX. Jornadas de 14 y 16 horas, sueldos miserables, y batallas campales interminables entre “liberales” y “anarquistas”. Tan temprano como el año de 1914 nace el Sindicato de electricistas y como todo mundo sabemos en el año de 1917 se promulga la nueva constitución. En esta ya se incluía el artículo 123 para defensa de los trabajadores en la que entre muchas otras cosas se estableció la jornada laboral de 8 horas, la libertad de organizar sindicatos y asociaciones así como el derecho de huelga, etc.

En 1918 en Saltillo, Coah. Surge la Confederación Regional de Obreros Mexicanos o CROM auspiciada por Luis N. Morones, se funda la Casa del Obrero Mundial y surgen los famosos “batallones rojos” que no eran otra cosa que obreros utilizados como “rompe huelgas” durante el tiempo del presidente Álvaro Obregón. En 1920 después del asesinato de Obregón la CROM se desmorona. En 1931 se promulga la Ley Federal del Trabajo que fue el complemento reglamentario del artículo 123 ya mencionado.

En 1936 estalla la huelga en Vidriera Monterrey con manifestaciones anti comunistas por parte de las organizaciones patronales regiomontanas las cuales se enfrentaron en el centro de la ciudad causando varios muertos y muchos heridos. Intervino el presidente Lázaro Cárdenas quien viajó especialmente a Monterrey para mediar en el conflicto. La situación fue aprovechada para revolverle el caldero político al presidente, al final se puede decir que triunfó el sindicato Único de Vidriera Monterrey contra el sindicato Rojo de la empresa (Casualmente era un sindicato “blanco”). Los patrones regiomontanos aprendieron su lección y nunca más permitieron la disidencia y la democracia sindical. Hasta el día de hoy eso ha funcionado a la perfección sin una amenaza de huelga desde entonces, eso ha sido ejemplar y muy poco apreciado por el resto del país, pero ahí está el empuje regiomontano para dar muestra de que cuando se quieren hacer bien las cosas no es necesario recurrir a las amenazas sindicales, simplemente atendiendo bien al trabajador y rodearlo de un buen ambiente de trabajo.

La nefasta CTM fue fundada en febrero de 1936, su primer secretario general fue Vicente Lombardo Toledano y a partir de 1941 hasta 1997, Fidel Velázquez fue el dueño absoluto del destino (aparte de sus cuotas) de todos los trabajadores afiliados a esa central, sobre la CTM se ha escrito cantidad de material, pero la realidad es innegable: ¿Qué hubiera pasado si los obreros mexicanos deciden vivir sin la CTM? Es altamente probable que ahorita estuvieran mejor. ¿La CROC, la CTM, la CROM, no han servido absolutamente para nada, bueno, tal vez para crear un exagerado número de millonarios mexicanos con casas y cuentas bancarias en el extranjero. Fuera de esquilmarlos no han hecho nada por el trabajador. “Don Perpetuo” (Fidel Velázquez) se murió sin pena ni gloria y sus descendientes heredaron todo lo que dejo, seguramente una gran fortuna, para eso han servido las luchas obreras en México.

Se dice, en son de broma que un líder de un sindicato mexicano es “charro” cuando obedece o está arreglado con el patrón. Esto viene desde la época de Alfonso Ochoa Partida en 1949 quien además de ser “ferrocarrilero” (eso decía él) era charro y se arreglaba al mejor postor. Un “charrazo” era una traición al obrero, pero así se manejaban las cosas. Hoy todo sigue igual.

Dos ejemplos modernos.

Aero California: Una compañía aérea fundada por la familia Aréchiga con la intervención de varios socios locales. Al principio, allá por los años 50as los empresarios locales decidieron iniciar a dar servicio de transportación aérea a ciertos lugares y pistas de la península con aviones de limitada capacidad de pasajeros, 4 o 5, posteriormente se adquirieron aviones más grandes un DC-3 y un Convair 240 con capacidad de 20 y 30 pasajeros respectivamente. La situación laboral de los pilotos en ese entonces estaba sujeta al criterio de los dueños de las compañías, no había regulación ni grandes necesidades, la ecuación era simple: vuelo-me pagan-fin de la historia.

El turismo crece, las necesidades de transportación también crecen. Baja California Sur por su ubicación geográfica depende casi exclusivamente de la comunicación por mar y por aire. Esto perduro por muchos años hasta que se construyó la carretera transpeninsular por allá en los inicios de los 70as.

Aerocaliforia también vio la oportunidad de crecer y los dueños inteligentemente pensaron en adquirir un avión a reacción para ampliar su sistema de rutas y compraron un DC-9, similar a los que utilizaba Aeroméxico. Al principio los de Aeroméxico no se dieron cuenta de lo que se les venía encima, una competencia en ciertas rutas, acostumbrados a como siempre han estado a mangonear en todo el país. Pero he aquí que Aero California les empezó a hacer mella en la ruta LAP-LMM_GDL, y en la ruta complementaria: GDL- LMM-TIJ-LMM-GDL-LMM-LAP. Yo sé que esas figuras son un poco extrañas o complicadas para los que no están familiarizados con ellas, (las rutas), pero eso era lo que había. La cosa le funciono a Aero California y decidieron adquirir otro DC-9 para ampliar la red de rutas a la ciudad de México, Aguascalientes, y Colima. Lo más hermoso de Aero California para mí eran dos atractivos fundamentales: Uno: no tenían sindicato, y Dos: su base estaba en La Paz, B.C.S. el paraíso. Yo no podía pedir más.

Aero California al principio se manejó en base a contratos particulares con cada empleado, luego pusieron el sindicato con carácter “charril”, pero: ¿a quién le importaba? Teníamos trabajo, vivíamos en uno de los lugares más hermosos de México, ¿qué más le podíamos pedir a la vida?

Pero tanta belleza no podía durar para siempre. Los malos manejos en la administración, el no querer escuchar a nadie cobraron su precio y finalmente llegó un momento que orillaron a Raúl Arechiga a vender su empresa, pero aparentemente él se negó. Les echaron encima a las autoridades federales y el solo decidió cerrar su empresa ante la amenaza gubernamental. El único detalle es que dentro de su maquiavélico plan Raúl Arechiga durante dos años estuvo planeando como evadir todos sus compromisos, estafar a los empleados y huir al extranjero.

Su plan le funcionó. “Bajo las cortinas” de Aero California, tiro las llaves al mar en el malecón y salió huyendo a Los Ángeles. Por supuesto con una buena cantidad de dólares en su bolsillo. A los empleados nos dejó riendo, sin salario, sin liquidación, sin seguro social, sin nada. Todo eso bajo la complacencia del gobierno federal y estatal.

En este momento, febrero del 2021 hace más de 12 años que Raúl Aréchiga nos dejó en la calle, sin que la Secretaría del Trabajo haya movido un dedo, mucho menos la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que no sirven absolutamente para nada. Gobernadores en B.C.S. van y vienen y nosotros seguimos igual. Escuchamos frases como: “no somos iguales” del gobierno que nos tiene al borde del colapso.

¿Cómo es posible que un solo individuo (Raúl Arechiga) estafe a 1,500 familias sudcalifornianas, salga huyendo a los Estados Unidos y todo siga igual?

¿De que sirvieron las autoridades federales del trabajo y la tan traída ley federal del trabajo? ¿De que sirvió el sindicato de Aero California?  Igual que ASPA, para nada.

El siguiente ejemplo por razones de espacio será en la siguiente colaboración. Gracias.

Suerte con el covid-19.

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