Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre. William Thomson Kelvin (Lord Kelvin), físico y matemático británico (1824 – 1907)
Por Gilberto Bonilla Rodríguez
Julio 02 del 2020
Como nunca antes, la popularidad de un funcionario público está siendo medida, lo anterior lo decimos por las diferentes encuestas que mes tras mes, miden y ponen de manifiesto la evidente caída en la popularidad del que ahora despacha desde palacio nacional y que también, vive en él.
Según un ejercicio recientemente realizado por la casa encuestadora Mitofsky, Andrés Manuel López Obrador continúa en franco descenso, los números lo evidencian ya que, según encuestas anteriores, el presidente pasó de un 67.1 por ciento de aprobación en febrero del año pasado a un 47.5 por ciento en el pasado mes de junio, es decir 19.6 puntos porcentuales.
Por otro lado, tan solo entre el 31 de mayo y el 30 de junio de este año, López Obrador tuvo un 49 por ciento de aprobación el último día de mayo, mientras que al 30 de junio pasado, solo consiguió un 46.8 por ciento de aprobación una reducción del 2.2 por ciento, resultados tan solo en un mes, en ese lapso el promedio fue de 47.5, con una máxima de 49.3 por ciento (7-8 junio) y una mínima de 46 por ciento (23-25 junio).
Es importante destacar que, en el mismo periodo fueron 18 días que fue a la baja, 9 en los que repuntó y solo 3 en los que se mantuvo, los números, ahí están.
En el análisis que se desprende de esta encuesta de Mitofsky, muestra el comportamiento por sectores, entre los que destacan de aquellos que tienen estudios iguales o menores a preparatoria el 50.1 por ciento desaprueba; de igual forma, el 50.6 por ciento de comerciantes encuestados desaprueban el mandato de AMLO; en el caso de los freelance, el número aumenta hasta un 52.1 por ciento.
Por otro lado, el 52.8 por ciento de los estudiantes están inconformes con esta administración federal (con todo y las becas), el descontento entre los jubilados es mayor ya que 54.5 por ciento tampoco está de acuerdo con el mandatario nacional, mientras que la suma se eleva en el caso de los profesionistas al arrojar un 56 por ciento de desaprobación.
En el sector empresarial este número es mayor con un 57.8 por ciento, baste recordar el poco o nulo apoyo del gobierno federal para asumir la crisis económica que ya existía desde el 2019 y que se agudizó terriblemente luego del inicio de la cuarentena provocada por la actual pandemia.
En el caso de los adultos de más de 59 años y más, el descontento crece al arrojar una cifra del 59.3 por ciento; a este sector le sigue el que tiene estudios universitarios o postgrados al llegar a un 60.6 por ciento de desaprobación; en el sector de personas desempleadas y que fueron encuestadas el número llegó hasta el 61.8 por ciento.
Por otro lado, no es de extrañarse que haya un sector que aún mantiene altos niveles de aprobación, nos referimos al magisterio, del total de encuestados todavía el 61.1 por ciento aprueba la presente administración, ya todos hemos escuchado de los pequeños favores que las cúpulas magisteriales han recibido al inicio del gobierno del oriundo de Macuspana.
De igual forma, hay una pregunta que se ha realizado a lo largo de los meses en que se han levantado estas encuestas, esta pregunta hace alusión a si el presidente de México ha logrado unir al país, los resultados son claros en mayo del año pasado solo el 53.3 por ciento decía que no, esa cifra se ha elevado gradualmente, para junio de este año al 71.7 por ciento piensa que, efectivamente, López Obrador NO ha logrado unir al país.
El 59.5 por ciento de los encuestados opina que el presidente no tiene un buen gabinete, mientras que el 67.4 piensa que no se lleva bien con los empresarios, las razones, al parecer, son bastante claras; en cuanto al tema de seguridad el 56 por ciento de los encuestados piensa que está peor que antes, por otro lado, el 46 por ciento cree que la situación económica está peor.
Por estados, el panorama no es distinto, el estado donde mayor aceptación es Tabasco, no es de extrañarse, pues López Obrador es originario de aquella entidad; sin embargo, presenta una disminución del 1.1 por ciento, con un 71.3 por ciento de aprobación; por otro lado, los estados que más desaprueban la presente administración federal son Guanajuato con 23.8 por ciento; Querétaro con un 28.9 por ciento; Aguascalientes con 34.2 por ciento; Yucatán con un 34.9 por ciento; Chihuahua con un 36 por ciento y Baja California Sur con solo un 37.9 por ciento de aprobación y un 62.1 de desaprobación. Estos resultado que presenta Mitofsky, no son de extrañarse, ya que la administración errática, la poca seriedad con la que se ha conducido el tema del Covid-19, la mala relación con los medios, doctores, ingenieros y profesionistas en general, la creciente inseguridad en la zona centro del país, la falta de suministros médicos y medicinas, el penoso accionar ante situaciones como el pasado temblor con epicentro en Oaxaca y la mala relación con algunas administraciones estatales que no son afines a su proyecto de nación como él lo ha definido; sin dejar de lado la constante polarización de la ciudadanía a través de los vergonzosos adjetivos que ha utilizado constantemente, le han propiciado esta debacle en la popularidad, quizá de ahí la urgencia por regresar a los reflectores a través de sus giras; sin embargo, no sabemos si le pueda alcanzar para parar esta caída libre, los números ahí están, no mienten, son números, y como citábamos al principio a Lord Kelvin: Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre.