Gilberto Bonilla Rodríguez
@koimetherion
Cabo San Lucas, B.C.S. A pesar de que la temperatura era apenas de 26 grados centígrados, los rayos de sol caían de manera brutal sobre todas las personas que se dieron cita ese domingo 03 de marzo, desde las 10 de la mañana, al Estadio Municipal de béisbol que se encuentra en la unidad deportiva “Leonardo Gastelum”, con el propósito de asistir a la visita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Hombres, mujeres, niños y ancianos, unos con pasos lentos, otros rápidamente y algunos más escudriñando por aquí y por allá, todos enfilados hacía la entrada, aquellos, los menos, que llegaron muy temprano alcanzarían un lugar en las gradas, los demás habrían de acomodarse debajo de cualquier sombra por mínima que fuera, para “guarecerse” del inclemente azote del sol, aunque, con el paso de las horas ninguna sombra sería suficiente, nos quemábamos a fuego lento.
Los camiones desfilaban por el estacionamiento de la unidad deportiva y todos bajaban, algunos muy “fifís” y otros de condición muy humilde; eran alrededor de unas 45 o 50 unidades, la mayoría de gran tamaño, otras menores, pero todas retacadas, como dice el ranchero.
Poco a poco el campo de juego se fue llenando, unas 3 mil 500 personas fueron acomodándose en cualquier espacio disponible, poco a poco aparecieron las primeras pancartas, lonas y cartulinas, unas vistosas y otras más bien, un tanto “discretas”.
Los maestros, estudiantes, sindicatos, jubilados, taxistas y transportistas también, iban haciendo su aparición, y abrían garganta, empezaban a solicitar, a demandar que sus voces se escucharan, que sus exigencias se cumplieran, “bájenle al pinche sonido, queremos que nos escuchen” gritaba desparpajadamente una mujer, al mismo tiempo que instaba a sus compañeros a gritar más fuerte, aun no llegaban los funcionarios y esto se empezaba a calentar, de más.
Exigencia de derechos, liberación de plazas, instalaciones dignas para impartición de clases, igualdad de derechos laborales, se mostraban en las pancartas, en otras se mostraba el apoyo a los taxistas, pero también se podían apreciar que algunas más exigían condiciones de movilidad para todos.
De repente en el sonido local anunciaba una niña perdida, un elemento de Protección Civil subió al templete principal con la niña en brazos, mientras se hacía el llamado a los padres de la menor a recogerla en ese lugar; siempre pasa, siempre es lo mismo, un pequeño descuido y los niños ya no están con sus padres, se debería tener más cuidado con los pequeños, que para empezar, ni siquiera deberían ser llevados a ese tipo de eventos, por fin los papás aparecieron, la niña dejó de llorar.
Se notaba una falta de coordinación, compañeros de prensa que no recibían su acreditación, “servidores de la nación” que no tenían muy claro dónde deberían estar ubicados algunos funcionarios, hasta la presidenta del Sistema Estatal DIF, Gabriela Velázquez de Mendoza se vio desconcertada al no saber qué lugar ocuparía en ese evento.
Poco antes de la una de la tarde, los rayos de sol calaban profundamente en las cabezas y la piel de los asistentes, por otro lado, hacían su arribo, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador del estado, Carlos Mendoza Davis, casi quince minutos tardaron en llegar al presídium, besuqueos y selfies llenaron el recorrido del presidente, además, cartas y folders con peticiones le eran entregados, este a su vez se los pasaba a uno de los asistentes que le acompañaban, una foto, otra más, de pronto un fenómeno que no se había presentado antes se hizo notar, se comenzó a abuchear a Mendoza Davis, inmutable, tranquilo, el funcionario estatal continuó acompañando a López Obrador a lo largo del recorrido.
Cada uno ocupó su asiento e inició el evento de presentación del programa que coordinará SEDATU, tocó el turno al gobernador hacer su participación en el micrófono y la silbatina no se hizo esperar, durante los pocos más de 10 minutos que duró su discurso un sector de los asistentes continúo abucheando y silbando, el gobernador pidió respeto, no para él, sino para el presidente de la república, “Las diferencias de nosotros las lavamos en casa, pero no con el señor presidente de la República”, su petición no fue escuchada, más tarde, a través de su cuenta de twitter, externó lo siguiente: “Algunos taxistas y transportistas acudieron hoy al encuentro del Presidente #AMLO con Sudcalifornia. Pretenden con gritos y agravios defender sus privilegios. Respeto su derecho a manifestarse, no comparto sus formas. Nadie por encima del interés público. Movilidad ya para #BCS”.
Y es que hay un viejo dicho que reza más o menos así: “en política, la forma es fondo” y en esta ocasión, las formas no fueron las más adecuadas.
Previamente, a través de algunas redes sociales se distribuyó un documento interno presuntamente de MORENA, el cual fue clasificado como “confidencial”, donde, aparentemente se instaba a los asistentes afines al grupo político del presidente, a abuchear y denostar los dichos de los gobernantes pertenecientes a un grupo distinto de López Obrador, este mismo fenómeno se vivió apenas un día antes en el estado de Sonora, donde la gobernadora, Claudia Pavlovich, fue duramente abucheada por los asistentes, hecho del que dio cuenta el diario nacional Reforma, al día siguiente, la tarde de este domingo, el mismo documento fue exhibido por El Universal.
Vale la pena hacer una pausa, en dos estados en los que se han realizado giras de trabajo del presidente de la República, los gobernadores, con filiación partidista diferente a la del presidente, han sido abucheados, ¿es casualidad o es algo armado?
De ser algo armado sería una lástima, ya que este tipo de manifestaciones en nada abonan a la colaboración interinstitucional, pero si afecta la construcción de acuerdos que beneficien principalmente a la gente.
En el turno de Román Meyer, titular de SEDATU, explicó los pormenores del programa México Late, posteriormente hizo uso del micrófono el presidente López Obrador, ahí, hizo varios anuncios, y de igual forma solicitó que se respetara la embestidura del gobernador del estado, ¿le hicieron caso? No, en cada ocasión que se mencionó el nombre del gobernador la silbatina y el abucheo no se hizo esperar, a pesar de hacer el intento en varias ocasiones.
Los anuncios hechos por el presidente no dejan de ser importantes, no pasan desapercibidos, sin embargo, este tipo de manifestaciones jalaron el foco de atención por encima de los anuncios de la desalinizadora, el NO a la minería, el buscar acuerdos entre transportistas, así como el punto medular que fue la presentación de este plan de desarrollo.
No se trata de no manifestarse, no, se trata de hacerlo con respeto, sin humillar, sin denostar, buscando siempre el acuerdo, el diálogo, acciones que abonen a la solución de los problemas y que no polaricen a un pueblo mexicano que hoy, más que nunca, está dividido, de seguir así los que saldremos perdiendo seremos los ciudadanos.
Al finalizar el evento, los miembros del presídium abandonaron el templete y rápidamente trataron de abordar las unidades dispuestas para su traslado, la prensa local no tuvo la oportunidad de acercarse a Andrés Manuel López Obrador y cuestionarle, ese privilegio fue reservado para quizá, algunos miembros de la prensa nacional, no hubo más que hacer, solo rehidratarse, el sol empezaba a hacer mella en todos.