Vie. Abr 19th, 2024

Por Dra. Claudia Maribel Aguiñaga Ramírez

El acompañamiento del desarrollo integral de un ser humano es arduo, delicado y verdaderamente hermoso, los docentes con vocación lo tienen bastante claro, es por ello que como estrategia buscan la transversalidad educativa dentro de sus actividades escolares, enriqueciendo la labor formativa porque conecta y articula los saberes de los distintos sectores de aprendizaje disciplinares y establece conexiones entre lo instructivo y lo formativo.

f-1

Es labor escolar fomentar espacios de reflexión, de análisis, que promuevan el fortalecimiento de la  identidad de los alumnos, para ir generando una actitud propositiva y crítica en los estudiantes, lo que les permita visualizar un panorama de vida basado en experiencias que les deje aprendizajes significativos, que se sabe serán mucho más fácil de recordar que solo una clase  exponencial.

Las escuelas de Cabo San Lucas no están exentas  de ese trabajo cooperativo y colaborativo que le abona a lo antes mencionado.

En la escuela primaria León Cota Collins, turno matutino el colectivo se esmera en realizar distintas actividades para fomentar el arte, el cuidado del medio ambiente y el desarrollo de la creación literaria; trabajo que implique la participación de los padres, alumnos y por supuesto maestros. Como muestra, basta un botón. Con la realización de la actividad de reforestación en donde la participación de todos fue asombrosa, posterior a ello se aprovechó para fomentar en el alumnado el desarrollo de la escritura teniendo muy buenos resultados lo que se apreció cuando los alumnos ya dentro del salón de clase, realizaron una reflexión en primera instancia de la importancia del cuidado del planeta, del medio ambiente y del cómo podemos contribuir a ello desde nuestra escuela, además de realizar un dibujo o un escrito en donde compartieron sus experiencias al reforestar con sus padres su centro de estudios.

f-2

En reunión técnica, misma que se realiza por el colectivo para analizar los resultados de las acciones del mes, caímos en cuenta que fue un momento que se disfrutó, se aprendió y los registros de los niños lo confirmaron. Corroborando así que no solo se trata de sembrar o de escribir por el hecho de hacerlo, la escuela es un recinto de retroalimentación constante tomando en cuenta que una actividad simple nos da mucha tela de donde cortar.

Otro ejemplo es la escuela primaria Amelia Wilkes Ceseña turno vespertino en que compartimos una tarde con el grupo de 6º A, a cargo de la maestra Rosa Idania Flores y su proyecto de español, “conocer una canción de los pueblos originarios de México”. No es lo mismo saber que existe algo así, que escucharlo personalmente, el tema de la diversidad y multiculturalidad había sido tratado ya en ese grupo, lo digo por los comentarios de la maestra asignada, pero algo más faltaba y decidió invitarnos a compartir un momento de canto autóctono con sus alumnos. La experiencia fue fructífera, nosotros, el profesor Francisco Lino y una servidora compartimos nuestras experiencias de vida y respondimos cuestionamientos que dejaron una puerta abierta al respeto, admiración y disfrute de nuestra bella cultura mexicana. Esto lo sabemos por los escritos realizados en clase por todos ellos: Marco Castro, Mariana Suárez, América Castro, Mónica Simón, Surin Aguas de la Paz, Tatiana Calvo y Enrique Verduzco plasmaron en sus escritos el cómo les quedó claro la necesidad del rescate de las culturas de los pueblos originarios, de sus tradiciones, cantos, costumbres, pero sobre todo, de sentirse orgullosos, si era el caso de ser parte de uno de esos pueblos. Se notó en sus rostros el disfrute de la música y la satisfacción. Reitero, no me cabe duda de que una actividad simple puede llegar a ser trascendental y enriquecedora para apoyar el desarrollo integral de nuestros estudiantes.

Deja un comentario

Descubre más desde Análisis Periodísticos B.C.S.

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo